27/7/2012
Corriendo a contrareloj, nos esperaba un día agotador. Teníamos que salir desde Pordenone en tren hasta Bologna, allí nos esperaba un auto alquilado para manejar hasta Maranello, el pueblo de Ferrari. Luego seguíamos viaje hasta Sant'Agata, otro pueblo pero esta vez de Lamborghini. Después de allí, vuelta a Bologna. Desde Bologna, tren hasta Milán. Desde Milán, tren hasta el aeropuerto. Al aeropuerto llegamos justo, justos para hacer el check in, justos para entrar en la sala vip y comer alguna pavadita (que era nuestro almuerzo a las 8pm), abordar el avión e irnos para Stuttgart, Alemania.
Pese a todas las contraindicaciones que podríamos haber tenido, nos dio el tiempo para hacer todo lo planeado, aunque pagamos las consecuencias, sin desayunar ni almorzar, con unos problemas para cargar combustible, dolor de cabeza, un poquito de mal humor por el cansancio y llegando al hotel de Stuttgart a la medianoche, justos para poder comprar unos "pepitos" en el único lugar que estaba abierto y que era de dueño y comida española.
FERRARI
Ya entrando al pueblo se podía "oler" a Ferrari. Cuando nos acercábamos al museo, se veían Ferraris por todos lados! En las calles, carteles, se sentían los ruidos de los motores a lo lejos, etc.
No sólo fuimos al museo (que por cierto está muy lindo), sino que tuvimos la oportunidad de andar en una Ferrari F 430 California, obviamente con un instructor al lado. Seba estaba como loco, disfrutando de ese paseo y recorrido! Y por supuesto, dio cuenta de sus dotes de conductor para poner el auto a toda velocidad, y en donde yo me quería bajar! Je! Muy rápido y potente, sin dudas Ferrari sabe hacer autos.
LAMBORGHINI
El museo de Lamborghini queda en el mismo predio que la fábrica. Ubicado a unos 30 km de nuestro destino pasado, nos llevó un rato arribar hasta allí. El camino no tuvo desperdicio ya que pasamos por unos cuantos pueblitos bien chiquitos, rodeados de campos y mucho verde.
Visitamos el museo de esta marca tan prestigiosa y renombrada, su showroom y vimos desde afuera sus instalaciones. Con una imagen menos marketinera que Ferrari, Lamborghini sigue imponiendo su sello de exclusividad en cada uno de sus modelos de auto.
Corriendo a contrareloj, nos esperaba un día agotador. Teníamos que salir desde Pordenone en tren hasta Bologna, allí nos esperaba un auto alquilado para manejar hasta Maranello, el pueblo de Ferrari. Luego seguíamos viaje hasta Sant'Agata, otro pueblo pero esta vez de Lamborghini. Después de allí, vuelta a Bologna. Desde Bologna, tren hasta Milán. Desde Milán, tren hasta el aeropuerto. Al aeropuerto llegamos justo, justos para hacer el check in, justos para entrar en la sala vip y comer alguna pavadita (que era nuestro almuerzo a las 8pm), abordar el avión e irnos para Stuttgart, Alemania.
Pese a todas las contraindicaciones que podríamos haber tenido, nos dio el tiempo para hacer todo lo planeado, aunque pagamos las consecuencias, sin desayunar ni almorzar, con unos problemas para cargar combustible, dolor de cabeza, un poquito de mal humor por el cansancio y llegando al hotel de Stuttgart a la medianoche, justos para poder comprar unos "pepitos" en el único lugar que estaba abierto y que era de dueño y comida española.
FERRARI
Ya entrando al pueblo se podía "oler" a Ferrari. Cuando nos acercábamos al museo, se veían Ferraris por todos lados! En las calles, carteles, se sentían los ruidos de los motores a lo lejos, etc.
No sólo fuimos al museo (que por cierto está muy lindo), sino que tuvimos la oportunidad de andar en una Ferrari F 430 California, obviamente con un instructor al lado. Seba estaba como loco, disfrutando de ese paseo y recorrido! Y por supuesto, dio cuenta de sus dotes de conductor para poner el auto a toda velocidad, y en donde yo me quería bajar! Je! Muy rápido y potente, sin dudas Ferrari sabe hacer autos.
LAMBORGHINI
El museo de Lamborghini queda en el mismo predio que la fábrica. Ubicado a unos 30 km de nuestro destino pasado, nos llevó un rato arribar hasta allí. El camino no tuvo desperdicio ya que pasamos por unos cuantos pueblitos bien chiquitos, rodeados de campos y mucho verde.
Visitamos el museo de esta marca tan prestigiosa y renombrada, su showroom y vimos desde afuera sus instalaciones. Con una imagen menos marketinera que Ferrari, Lamborghini sigue imponiendo su sello de exclusividad en cada uno de sus modelos de auto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario