lunes, 11 de junio de 2012

Río Kwai - Tailandia

9/6/2012 - 10/6/2012

Luego de opiniones diversas y consejos de varios viajeros, decidí intentar la experiencia del Río Kwai. Luego de varias horas de ómnibus, donde pudimos conocer el mercado flotante y sus canales y con una preciosa vista de la cordillera frontera con BIrmania, llegamos a este rincón del mundo super peculiar.


Por medio de unas lanchas, recorrimos parte del Río para llegar al hotel flotante donde pasaríamos la noche. Se trataba de unas cabañas de madera literalmente en el medio del agua, abiertas por todos lados, sin electricidad, y según todos con muchos bichos. La tarde corrió amena, con descanso en unas hamacas paraguayas, juego de cartas y distracción. A partir de la puesta de sol, el panorama al menos para mí, se fue tornando feo. Comenzó a llover, pero eso no permitió que el calor bajara, al contrario, la humedad y pesadez en el ambiente iba en aumento. De vez en cuando oíamos chapuzones en el agua, señal de que algún bicho medio grande andaba por la vuelta. Nos tocó cenar todos juntos y ver unas danzas típicas de la zona. Hasta ahí todo bien. Algunas partidas de conga de por medio y llegó la hora de dormir. Más allá de mi fobia a los insectos, que pude controlar creo, la sensación de desesperación de estar en la mitad de la nada comenzó a invadirme. La oscuridad y la impotencia de estar allí sin nada para hacer, encremada hasta el dedo gordo del pie con repelente, sofocándome de calor dentro del mosquitero que rodeaba mi cama y mirando de reojo en busca de alguna araña pollito en la pared lograron que comenzara a sentirme mal. Toda la noche pasó así, agobiada con el olor a querosene de una lámpara que dejamos afuera, en penumbra, con muchísimo calor, oyendo los ruidos que la corriente del río le hacía al piso, sabiendo que alguna cucachara y menú de bichos como ví, estaban saliendo y entrando de la habitación, oyendo los crujidos de la madera, y pensando que aún faltaban unas cuantas horas para ver la luz del sol. Casi sin dormir, llegó el amanecer y con él un poco más de optimismo.
Menos mal que fue y será una experiencia única e irrepetible, ya me alcanzó esta aventura.


Lugares Visitados:

Kanchanaburi - Mercado Flotante - Muelle Pak Saeng - Puente Río Kwai - Cuevas de Lava Kaeng - Hellfire Pass Memorial Museum - Estación de Trenes Nam Tock

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