Llegamos a Tailandia, uno de los países con más expectativa, al menos
para mí. Volamos desde Siem Reap hacia Bangkok y luego desde Bangkok hasta
Phuket. Luego de un viaje en ómnibus bastante largo desde el aeropuerto,
arribamos a nuestro hotel, ubicado frente a la playa y donde pudimos llegar
justo con la puesta de sol.
Phuket, una ciudad turística de playa. Encontramos un ambiente super
relajado y bien de balneario, con muchos turistas anglosajones sobre todo. La
zona donde estábamos era tranquila, con muchos barcitos para comer y tiendas,
un mercado local chiquito pero ameno para pasear un rato.
La playa es preciosa, muy pura. El agua estaba bien brava, con olas
super altas y fuertes pero el color del agua seguía siendo verde cristalino,
con la espuma bien blanca. No había mucha gente en la arena, en realidad la
mitad de la misma está ocupada por sillas y sombrillas para alquilar. El sol es
muy fuerte aunque no quema con esa intensidad que se siente en Uruguay. Es otro
tipo de calor.
A la noche, decidimos dar una vuelta por el centro, y arrancamos en unos
muy pintorescos y típicos taxis (tuk - tuk se llaman). Para llegar al centro
salimos de nuestra zona y recorrimos unos 15 minutos en estos transportes. Son
muy divertidos, ya que se trata de unas camionetitas abiertas, todas decoradas
con luces, parlantes y colores, donde ponen la música al mango para que vayas
bailando y saltando. Llegamos al centro y nos sorprendió todo de allí! No es
muy grande en extensión pero cuenta con un escenario muy particular y bizarro. Lleno de bares, clubes,
restaurantes, discos, uno al lado del otro, donde no nos alcanzaron los ojos
para ver tantas chicas bailando el caño y ofreciendo sus servicios en vitrinas.
Una especie de zona roja de Amsterdam, a cada metro que caminabas, te ofrecían
entradas, masajes, shows de striptease, de todo un poco...las chicas vestidas
en ropa interior o disfrazadas caminaban por la calle o se mostraban en la
puerta de cada boliche. Muchísimos travestis, muchísimos, y muchísimos parecían
realmente mujeres, es impresionante como se arreglan, todo lo que se hacen para
verse 100% como una mujer. Pese a este panorama, el ambiente no era para nada
pesado, todos se divertían, nadie se hacía problema por nada, nadie prejuzgaba
nada, fue muy divertido poder estar un rato por allí.
Dejamos Phuket luego de un día y poco. Me gustó mucho, fue como haber
vuelto a la sensación de veraneo que pese al calor habíamos perdido por
encontrarnos siempre en ciudades.
Lugares Visitados:
Calle Pathong - Mercado Local – Playa Karon
No hay comentarios:
Publicar un comentario